Esta tarde, en una
reunión extraordinaria con el bloque oficialista, el actual presidente comunicó
la decisión para sorpresa de algunos directivos que impulsaban su candidatura,
como Solassi y Rabuffetti. La poca intención de voto en las encuestas, los pésimos
resultados deportivos y la prioridad familiar habrían precipitado esta decisión.
El Kaiser había puesto en vilo su potencial candidatura apoyándose
en la figura de Ramón, y esperando que algún resultado deportivo caiga del
cielo. Y nada de esto ocurrió.
Con esta decisión, el 15 de diciembre terminará un ciclo
muy oscuro para la historia de nuestro querido River Plate.
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